COMO AYUDAR A UNA PERSONA ADICTA

COMO AYUDAR A UNA PERSONA ADICTA

 

 

Es muy difícil, pero no es imposible, y toma esto mucho en cuenta, lo más importante es NO que trates de convencerlo, sino que lo hagas. Ten fe y no te des por vencido. Exprésale lo que tu sientes y piensas al respecto, motívalo, dale ilusiones para cambiar, pasa más tiempo con él para distraerlo. Después de eso es muy fácil, hay muchos centros de ayuda. Pero no te des por vencido y que él no vea que te cansas de insistir, sino se persistente. Enséñale cosas, no solo las digas para que pueda tener una visualización más clara ya sea de consecuencias o de un mejor futuro.

La ayuda al adicto no debe ser en ningún caso el aceptar su condición y "alcahuetear" o ver el consumo como una "situación propia de los adolescentes modernos" o como algo que "solo lo hago socialmente", como es el caso del adulto adicto o consumidor.

Ayudar al adicto tampoco es tener conductas agresivas o muy complacientes, sino es más bien, el  adoptar una posición firme y clara de que ha sido descubierto, que no puede seguir escondiéndolo o no puede seguir justificándolo.

Como padres, debemos de entender, mas no patrocinar el problema. Se ha de ver muy bien la situación, tanto la del afectado como la del entorno familiar y buscar, de existir, factores que pueden propiciar al adolescente a justificar su consumo. Por ejemplo podemos mencionar: maltrato físico o verbal de parte de alguno o varios de los integrantes de núcleo familiar al joven, ruptura del núcleo familiar (divorcio), conductas denigrantes, etc. ya que en muchos de los casos, el entorno familiar y sus conflictos vienen a ser los detonantes en los cambios de conducta del joven. Sin embargo, no debemos los padres sentirnos culpables de la situación, sino mas bien responsables de buscar la forma de reorientar al joven de forma tal que acepte su problema y se haga receptivo a dar curso a las soluciones mas convenientes según sea el caso y buscar ayuda profesional en instituciones o profesionales que se dediquen a la atención del adicto y su reeducación o rehabilitación según sea el caso.

En el caso de una pareja adicta se recomiendan los lineamientos anteriores, recalcando en el adulto la necesidad de su reeducación o rehabilitación como única forma de salir del problema. Hay que estar claros, que el adulto es inclusive mas difícil de orientar que el joven, pues influyen factores distintos en el caso de necesitar ser recluido, como puede ser el hecho de que el componente adicto de la pareja es quien proporcione el sustento del hogar, pero esto no puede ser impedimento para su rehabilitación, pues hay que enfatizar que tarde o temprano, el consumo terminará afectando la relación de pareja, la educación de los hijos, las finanzas familiares y hasta la salud mental de la parte de la pareja que es quien lleva la carga emocional de convivir con una persona adicta y sus problemáticas asociadas. Un padre o una madre adicto no son ni podrá ser, mientras lo sea, un buen ejemplo para sus hijos, una persona productiva ni alguien con futuro. La adicción destruye relaciones y divide a las familias, y en el peor de los casos, es el factor de mayor importancia que genera la violencia domestica y el maltrato tanto de la pareja como de los hijos. En resumen, la mejor ayuda no es otra que orientar al adicto a reconocer su problema, hacerse responsable de buscar la solución y motivarlo a ingresar a programas de rehabilitación o reeducación como forma de superar la adicción y reinsertarse en la sociedad de la cual se ha apartado.

Una persona adicta, para su recuperación, necesita, primero aceptar que tiene un problema, segundo entender que necesita recuperarse  y terminar con ese problema. Apoyarse en su familia y seres cercanos, y por supuesto, alejarse de los focos de su actividad, sea drogas, juegos, alcohol etc